El Halcón de Varela le gano 3 a 1 a Junior de Barranquilla en el Libertadores de América pero quedo eliminado por el gol de visitante. Miranda y Fernández (X2) los goles del local.

La mística es según el diccionario una actividad espiritual que aspira a conseguir la unión o el contacto del alma con la divinidad por diversos medios. Los medios para Defensa y Justicia a lo largo de éxitos en su trayectoria internacional fueron la convicción, la intensidad, la lectura y sobre todo un fútbol vistoso. Ese que lo llevo a noches mágicas en el Morumbí, Cali y más recientemente en el Florencio Sola.

Si hay un estadio copero hasta por su nombre en el fútbol argentino es el Libertadores de América. Un escenario que pone de rodillas a cualquier rival cada vez que juega Independiente (por Copa). Pero ante este partido de El Halcón de Varela quedó gigante. A pesar de las casi 10.000 almas que llenaron la popular y buena parte de la platea, para el equipo argentino ya era un punto de conflicto salir de su estadio, el Tito Tomaghello.
Pero si bien Junior no fue abrumado por el ambiente, se encontró con el mejor funcionamiento ofensivo que podía mostrar Defensa y Justicia.
Velocidad en las puntas, cambio de frente constantes que hacen al juego dinámico, posesión, y sobre todo carácter.

Una actuación extraordinaria para Miranda y el Uvita Fernández. Los petisos de Defe volvieron locos a los defensores colombianos, aún sin referente claro de área, el equipo de Beccacece -otra vez un planteo sensacional- encontró variantes en todo el ataque para dar vuelta la serie.

«Estábamos decididos a hacer 4 goles», dijo Nico Fernández en rueda de prensa. Defensa sabía que Junior podía encontrar alguna desértica que le permita acceder a semifinales. Tal como paso ante Colón en Santa Fe. «Ellos son un gran equipo, si no nos patearon al arco fue mérito nuestro, allá nos han complicado», afirmó Barboza entre tanta bronca por no cosechar el resultado.

Respecto al gol anulado por el VAR, el ex defensor de River le dijo a este medio que el árbitro fue alertado desde los monitores y no fue su intención inicial revisar la jugada. «Ese empujón no es falta, a Pancho adentro del área le hicieron lo mismo. ¿Porque en la mitad de la cancha si y en el área no? Debió ser penal para nosotros, siento mucha bronca por perder así».

Defensa abrió el partido con un golazo de volea por parte de Miranda, lo amplio con la aparición del Uvita Fernández para romperle el arco al portero colombiano y fue el propio Nicolás quién sellaba el 3-0 antes de terminar el primer tiempo. Pero el juez recibió la advertencia del VAR y al chequear el empujón en la mitad de la cancha dió por anulado el gol.

El delantero de Varela si tomaría revancha en el segundo tiempo para poner ese gol más de diferencia y parecía que los argentinos sentenciaban la llave. Pero en el momento menos esperado Junior encontró la igualdad del global con un zapatazo de Luis Díaz. La serie quedaba en favor de los colombianos por el gol de visitante.
Defensa busco y tuvo claro remate que dio en el travesaño. A pesar de la garra y la mística copera impuesta en la cancha, Beccacece y compañía se quedaron con las manos vacías. La sensación del vestuario era de impotencia y dolor, el Halcón fue para muchos perjudicado, quedó a solo un grito sagrado, de estar entre los cuatro mejores de la Sudamericana.
Ahora a pesar del dolor por la eliminación, Defensa y Justicia tendrá que enfocarse en la Superliga, que lo tiene como serio protagonista a cinco puntos de Racing -líder- y dos partidos pendientes.

 

Por Baldomero Escalada