Julio el Vasco Olarticoechea, campeón del mundo en México ’86, y actualmente trabajando junto al femenino nos cuenta en esta entrevista curiosidades del mundial, el pasado y presente de la selección, su perspectiva de la situación de la AFA, recuerdos en los equipos grandes de Argentina, la caótica experiencia para armar la selección de Río 2016 y el desarrollo del fútbol femenino. IMPERDIBLE.

 

Por Juan Jarupkin.

 

-¿Cómo fueron tus inicios en fútbol?

-Al igual que todos los pibes, debido a que desde que tengo uso de razón mi juguete principal era la pelota. Yo arranqué a  jugar en el potrero y ahí, con 10 años, me vieron para pasar a jugar en club Argentino de Saladillo. Después comencé a hacer Inferiores y a competir con los otros equipos de mi pueblo y eso fue lindo para mostrarme.

 

-¿Cómo se dio la prueba en Racing?

-Porque todos mis tíos viven cerca del club, opté por la oportunidad de tener familiares cerca. Por eso, a los 15 años me vine a probar al club y de ser la figura en mi pueblo quedé en la Séptima División de La Academia, una cosa que no podía creer. De todas maneras era uno más, ya que fui suplente durante todo el año. Pero a lo último, se lesionó un compañero y entré de titular. Ya al año y medio de lo ocurrido, el 25 de mayo de 1976 estaba debutando en Primera solamente con 17 años, algo que no me voy a olvidar más.

 

-Jugaste en tres grandes, Racing, River y Boca. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Fue muy buena. Además tuve la oportunidad de poder pasar a San Lorenzo e Independiente, aunque obviamente al “Rojo” no iba pasar por la gran rivalidad con Racing. Igual, son experiencias y desafíos que se te presentan en la carrera que hay que aprovecharlos. Todo fue muy rápido y casi no me dio tiempo a pensar que ya estaba jugando en donde siempre soñé.

 

-Pasaste de River a Boca. ¿Cómo te recibió la gente?

-Al principio con un poco de rechazo, debido a que se escuchaba que me gritaban algún “Gallina” y eso, pero por suerte nada más. Sin embargo, a los pocos partidos la gente de Boca entendió que mi juego era justo para la institución y empecé a ser reconocido por todos hasta tener a el público a mi favor.

 

-¿Soñabas con algo así?

-No, con algo tan fuerte no. Soñaba por ahí jugar algún partido en reserva o al menos en un equipo de Primera, pero salir de donde salí, disputar tres Copas del Mundo y realizar todo el recorrido que hice en tantos clubes, era algo impensado a la hora de al menos imaginarlo.

 

-Hablando de grandes y yendo más a la actualidad, ¿La Superliga va a favorecer a estos equipos sobre los chicos?

-Yo creo que la diferencia se está notando cada vez más, por lo menos en la Superliga. Son muchos equipos y me parece que para que sea un mejor campeonato van a ir reduciendo la cantidad de equipos (situación que está sucediendo), ya que en definitiva no potenciaron el torneo, sino que le quitaron mucho brillo. Y a su vez, le sacaron demasiado nivel la B Nacional, teniendo en cuenta que hace dos años estaba súper atractivo. Pero bueno, cuando todo vuelva a lo normal se va a ver un certamen de Primera mucho más parejo y el Nacional se va alimentar más.

 

-¿Está bien que Boca y River dejen un poco de lado el torneo por la Libertadores?

-No tendrían que parar porque la verdad que tienen muchísimos jugadores de alto nivel, pero solamente ellos dos pueden hacer esto por sus grandes planteles. Yo veo esto y me pregunto ¿Qué queda para el resto?

 

-¿Cómo fue la experiencia de dirigir al seleccionado Sub 23 en Río 2016?

-Sinceramente fue muy buena, obviamente que dejando de lado el resultado. Si lo evaluamos por eso no nos fue para nada bien, sin embargo creo lo contrario porque me tocó dirigir algunos jugadores chicos ya consagrados. Estuve a la altura del manejo del grupo y planifiqué bastante bien todos los partidos. Por ahí Jonathan Calleri estaba como el Pipita Higuaín, sí quizá hubiese estado encendido la historia seguramente era otra. Y después el equipo se iba a ir potenciado, ya que veía a los pibes muy enchufados para lograr el objetivo. Además, por el poco tiempo de trabajo puse un equipo tácticamente lógico, la verdad que solamente un día pude entrenar de buena manera con todo el grupo, luego fue la gira y comenzar a jugar los JJOO. Más allá de eso, la experiencia fue excelente, estar en la Villa Olímpica con monstruos del deporte mundial es algo que no nos vamos a olvidar ni yo ni los jugadores. Ahí los número uno son un ejemplo, bajan a tierra y hacen que esos detalles los engrandezca mucho más.

 

-¿Tuviste alguna anécdota en la Villa Olímpica?

-Sí, un día nos cruzamos con Novak Djokovic y cuando vio que veníamos caminando con los colores de Argentina, él comenzó a alabarnos con las el movimientos de sus manos. Y nosotros no lo podíamos creer, sin dudas que un crack.

 

¿Del plantel te sorprendió alguien?

-Por ahí Santiago Ascacibar por lo profesional que es. Después el grupo en general respondió bien y no hubo ningún tipo de problemas, ellos se comportaron como lo que eran. A mi no me costó, yo les hablaba de frente y era leal, así les hacía entender que estaban representado al país.

 

-¿Qué opinión tenés al respecto de la situación de la AFA en ese momento?

-Era un caos y dentro de eso me tocó dirigir algo tan fuerte como los Juegos. Y bueno, yo tenía una lista y me dijeron que algunos no los podía citar porque los clubes no los daban. También, cuando armó la lista no pude hacer doble turno y concentrar en el predio porque no había comida, así me arregle como pude y la sacamos bastante bien. Aunque no era lo lógico para el nivel de la Selección Argentina.

 

-¿Y hoy?

-Se está ordenando, pero siempre hay cosas por corregir. A esto lo tienen que hacer entre todos los dirigentes, no que solo el “Chiqui” Tapia ordene todo. Mismo para la elección del nuevo entrenador, tendrían que consultarle a Menotti o a otros técnicos para tirar ideas de hacer un trabajo a largo plazo. De todas maneras hay muchos buenos entrenadores que se les puede consultar, hoy lamentablemente Carlos Bilardo está complicado con su salud.

 

¿Cómo ves hoy el interinato de Lionel Scaloni?

-Por lo que dijo él no va a seguir y, está bien. Lionel todavía tiene que hacerse un nombre, ya que en la Selección se necesita con mayor experiencia y con mayor espaldas para las presiones que se van a venir.

 

-¿Qué evaluación haces del Mundial de Argentina en Rusia?

-Fue muy malo por varias razones. Primero porque ya veníamos cambiado técnicos de distintas características como era Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli al final. Además, creo que el DT que más tiempo de trabajo necesita es Sampaoli por la forma de jugar y, ahí es cuando le erra ya que no fue práctico y no tuvo un plan B. Con su idea hizo que varios jugadores perdieran confianza y el equipo terminó siendo desordenado, aunque los jugadores sean figuras. Luego, también algunos no tuvieron el nivel que se necesita en un Mundial.

 

-¿Qué pensás sobre las sospechas de que algunos jugadores le manejaron el equipo?

-Está bien. Cuando el grupo está partido, es mejor una buena charla ante que un buen entrenamiento, algo que nosotros tuvimos en el ‘86. A dichas reuniones la tiene que manejar el líder y, así no dejar que todos hablen y opinen. A veces hay jugadores que no se animan hablar y cuando lo hacés por ahí se animan a hacerlo.

 

-Ya hablando de Mundiales, ¿soñabas algunas vez con ganar alguno?

-No, jamás. Diego Maradona cuando era chiquito dijo que iba a jugar en la Selección y ganar la Copa del Mundo, pero solamente él lo podía decir. A mi ni se me ocurrió estar en el seleccionado y menos obtener un Mundial.

 

-¿Qué recuerdos tenés de México ‘86?

-Sin dudas que buenísimos, sobre todo de algunos momentos. Cuando ya pasas a semifinal la cabeza vuela, anímica-mente y físicamente estás muy bien. Todo lo contrario con el primer partido, ahí estas muy cargado y tensionado. Pero bueno, por suerte el grupo se fue potenciando partido tras partido y pudimos llegar a la final de la mejor manera.

 

-¿Cómo era ser dirigido por Bilardo?

-Él era súper exigente y un adelantado para su época. Quizá al principio no nos gustaba porque parecía esos profesores de la facultad que te ponían a prueba constantemente, pero en realidad nos dejó un montón de cosas.

 

-¿Qué fue lo más curioso que les hizo hacer?

-Una de las tantas es que él no dormía de noche y tomaba pastillas para dormir por la locura que le generaba el Mundial. Y bueno, se te metía en la habitación, se sentaba hablar y se quedaba dormido en la silla. Al rato se despertaba y seguía hablando como si nada, y por ahí a nosotros nos daba cosa decirle que se vaya porque queríamos dormir, ja.

 

-¿Cómo fue jugar al lado de Maradona?

-Al Diego ya lo conocía de las Juveniles y la verdad que era mágico. Después, por suerte lo pude tener en el Mundial en su máximo momento. Él también tuvo el respaldo de un equipo, nosotros éramos muy fuerte en todo sentido porque Bilardo terminó trabajando para eso.

 

-¿Qué fue él para ustedes?

-Nos dejó muchas enseñanzas. Me acuerdo que un día había que arreglar premios y él nos dijo que no nos fijemos tanto en la plata porque si ganábamos el Mundial la gente no los iba a reconocer. Y tenía razón, la Selección está más allá de la plata.

 

-¿Es injusta su comparación con Messi?

-Es Argentina y en cualquier país futbolero es normal. Lo que sí es injusto es decir quién es mejor que otro porque los dos son muy grandes. Por ahí Diego era más mágico y Messi es mucho más goleador. Sin embargo, los números uno, para conseguir grandes cosas, necesitan de sus compañeros. Ellos te abren los partidos, pero a los campeonatos te lo gana el equipo.

 

-Comenzaste en el fútbol femenino. ¿Cómo lo ves en la actualidad?

-Estamos lejos de las potencias, ya que las chicas no tienen formación. Hasta que no allá Inferiores y los clubes no inviertan en tener al menos dos categorías previa a la Primera no nos va ir bien. Indudablemente nos falta mucho, pero el fútbol femenino sin dudas está creciendo.

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