Arsenal venció de local a Agropecuario por 2 a 0, en la apertura de la fecha 23 de la B Nacional. Se subió a la cima con 43 puntos, pero Sarmiento puede superarlo.


Tres puntos importantísimos consiguió El Arse que se permite soñar con la vuelta a Primera División. Lógicamente el encuentro no fue para nada fácil, ya que la visita llegaba con ilusiones de meterse en puestos de reducido.

La tensión se notó en los primeros minutos; los rivales simplemente se estudiaron sin atacarse, tan así fue que recién a los 27 minutos hubo una jugada de peligro por parte del Agro, y de pelota parada. Un tiro libre convertido en centro por parte de Nicolás Talpone, y un remate de cabeza de Exequiel Narese, que apenas se fue por el palo derecho del arquero Maximiliano Gagliardo, permitieron creer que el grito sagrado estaba al caer para El Sojero. Sin embargo, a los 34, el local logró la fantasía del otro. Jesús Soraire buscó que Leandro Garate conecte el cabezazo de la redonda, pero el defensor Federico Rosso, en el intento de despejar la pelota, se la dejó servida a Garate que solo tuvo que empujar la número cinco hacía el arco, con el arquero Germán Salort, descolocado.
En el complemento, los dirigidos por Felipe De la Riva, presionaron más en la mitad de la cancha, y realizaron jugadas de ataque que amenazaron con un posible empate. Iban 55 minutos cuando Brian Blando tocó para Gonzalo Papa, que ya estaba abocado como un volante ofensivo, éste disparó el esférico, haciendo que Gagliardo se luzca con una gran atajada en pleno vuelo hacía el ángulo. Tan solo sesenta segundos bastaron para que los comandados por Sergio Rondina sufran nuevamente por un pelotazo de Edgardo Maldonado que lustró el travesaño sin que nada pudiese hacer el uno del Viaducto.
Aunque ya se sabe que a la hora de tener a muchos jugadores a la ofensiva pueden traer problemas en la defensa, y así lo sintieron los de Carlos Casares. Garate pudo haber logrado su segundo tanto en un mano a mano contra Salort, pero éste último fue perspicaz y no se dejó engañar en el intento de cambio de palo al momento del remate del goleador, tapando lo que pudo ser la liquidación del cotejo. Otro susto para el visitante se dio en el final, cuando en un contraataque, Facundo Pons logró evadir al guardameta, y cuando bajaba el rugido de gol, Ezequiel Parnisari se los ahogó sacando el balón justo en la línea que está debajo de los tres palos.
No obstante, Pons tuvo su revancha hecha gol, en la última jugada del partido. Gracias una muy buena asistencia de Alejo Antilef; el número 15 la picó muy sutilmente sobre su portero rival, finalizando con fiesta para los de Sarandí, y dejando en el recuerdo un partidazo que se logró vivir en el sur de Gran Buenos Aires.

Por Franco Duarte