Huracán derrotó por 1 a 0 a un flojo Independiente de Avellaneda
con gol de Briasco a los 8 ST, en el Ducó, y se sacó de encima una fea
racha de 13 partidos sin ganar (entre torneo local y Copa Sudamericana).

Duelo de necesitados se vivió  en Parque de los Patricios. Por un lado, se encontraba
el local: Huracán. Es de los dos el que se encontraba en peor situación, técnico nuevo y
novato (Israel Damonte), eliminado de la Copa Sudamericana y sin ganar desde octubre
del año pasado. Y en el otro rincón estaba Independiente: también con técnico nuevo,
pero no novato (Lucas Pussineri) y sigue de pie en la Sudamericana. Si bien ambos
estaban necesitados, el favorito en la previa era el Rojo.

Durante el primer tiempo si hubo algo que no se vio fue fútbol. Los de Avellaneda eran
más, pero simplemente por animarse a arriesgar, ni uno ni el otro tenían (ni tienen) de que
presumir. Además, la figura del PT estaba del lado visitante: se vio a un Andrés Roa
entusiasmado por enfrentar a su ex – club, que pedía la pelota y asumía el papel de nexo
entre defensores y atacantes. Incluso siguió siendo de lo mejor de los de Pussineri
cuando estos ya se encontraban con el resultado cuesta arriba. El colombiano jugó un
partido de 7 puntos, cuando el rendimiento general de su equipo no llegó a los 5 puntos.

Huracán encaró la segunda mitad con otra actitud, parecia que el técnico les había
aplicado en el vestuario un shampoo efectivo. Mauro Bogado se transformó en una de las
figuras de la cancha, entró y les cambió la cara a los suyos; fue el guía en ataque. Otro
cambio interesante y acertado del técnico Quemero fue el ingreso de Andrés Chavez. “El
Comandante” había tenido su disputa con Damonte luego de no haber entrado ni siquiera
un minuto ante Rosario Central en el primer partido oficial de Huracán en la temporada, y
el resultado de esa disputa fue que decidido, el DT diga en una nota con un medio colega:
“Mientras yo sea técnico de Huracán, Chavez no vuelve a jugar”. Pasaron los partidos y
no solo el Globo no ganaba si no que el reemplazante natural del ex – Boca que tenía el
equipo (Nicolás Cordero), no lograba convertir y comenzaban los cuestionamientos hacia
el chico de la cantera Quemera. Debido a la situación, ambos arreglaron sus diferencias,
hicieron las pases y el atacante tuvo una gran y emotiva vuelta.

Israel Damonte no solo se jacta ahora de haber conseguido su primer triunfo en su
naciente carrera como DT, si no que también puede darse el lujo de decir que fueron sus
cambios los que le dieron el triunfo al equipo. Hasta ahora, no solo los planteos que hacía
de los partidos no se entendían si no que los cambios también eran sumamente
cuestionables, no se sabía por qué los hacía ni qué era lo que buscaba con esos
reemplazos. Pero ayer hizo los cambios justos y en el momento justo, mientras que
Pussineri tardó en hacerlos. Desde las sustituciones, Israel Damonte ganó el partido y el
duelo táctico/técnico al DT rival.

Por Franco Janzcewski