Los casos de relación fútbol/empresa en la Argentina.

A lo largo de la historia la relación fútbol y empresas se ha hecho una realidad cada vez más repetida, y el último gran salto a la fama llega desde Carlos Casares. Loma Negra y Crucero del Norte, son sólo dos ejemplos claros de lo que puede, o no, pasar.

A ver. Las sociedades anónimas en nuestro país no existen, eso está claro. El concepto sensible de “club” aún no lo permite (cómo si permite ciertas ventajas financieras), pero ¿cuánto tiempo pasará hasta que sea aceptado? Estas premisas están hechas, obviamente, haciendo la vista gorda. ¿Cómo deberíamos juzgar a, por ejemplo, el equipo más joven en llegar la segunda división del fútbol argentino? Si, de Agropecuario de Carlos Cazares hablamos. La institución de la que es dueño Bernardo Grobocopatel, empresario de quien más adelante hablaremos.  Dicho club es la última edición de una gran colección: Loma Negra, como histórico, y Crucero del Norte, como actualidad, son casos emblemáticos.

Agropecuario.

23 de agosto de 2011. Seis años, casi recién cumplidos de vida. Un club, o algo de eso… pero la estadística marca que es uno de los más jóvenes del país. Bernardo Grobocopatel, ahijado del renombrado “Rey de la Soja” –de ahí el apodo sojero a la institución-, es el propietario y presidente del mismo. El empresario, quien figuraba en la lista de “escándalo HSBC” (dónde se apuntaba a personas físicas que evadían dinero o lo blanqueaban mediante dicho banco, en cuentas de Suiza), le puso esmero a su sueño y desde 2016, en su campaña de seis meses en el federal A, hasta el día de hoy ha concretado una hazaña: con capital proveniente desde su posición como mayor comerciante de trigo del país, y el segundo el soja, hoy juega en la segunda división del fútbol argentino, tiene un estadio con capacidad para 8 mil personas (al cual pretende sumarle un hotel), y una plantilla competitiva que, hasta esta fecha siete, se ubica en los puestos más altos de la categoría.

Loma Negra.

Club de barrio, para el mundo.

El club de barrio de Olavarría que se puso en boca del mundo. Esta institución, pensada como lugar recreativo para los empleados de la empresa cementera, tuvo su momento de gloria en la década del ’80. Precoz gloria, pero gloria en fin. Amalita Lacroze de Fortabat, según Forbes la mujer más rica del país por ese entonces, criada en el seno de una aristócrata familia y viuda del dueño de Loma Negra, Alfredo Fortabat, convirtió al capricho de uno de sus sobrinos en realidad. Sacó la billetera, y las figuras llegaron: Mario Husillos, desde Real Madrid Castilla y ex Boca; Carlos Squeo, de Racing; Ricardo Lazbal, de River; Jorge Vazquez, de Atlanta; Osvaldo Gutierrez, de Vélez; entre otros. Un triunfo ante Ferrocarril en el Nacional de 1981 abrió las puertas de un cuento de hadas, que de a poco se fue apagando, pero que coqueteó con Maradona y Fillol, y le cortó un invicto de tres años y 17 partidos de la selección de la ex Unión Soviética por 1-0 (amistoso que costó U$S30 mil y de los cuales se recaudaron menos de la mitad, a pesar de ser éxito en venta de entradas) con gol de Husillos, su estrella.

El club no clasificó al próximo campeonato nacional y le historia de fantasía terminó. Hoy en día, Loma Negra disputa torneos regionales. Pero quien le quita lo bailado…

Crucero del Norte.

El club récord: llegó a Primera División, con poco menos de década y media de vida.

Nombre de creatividad cero. La homónima compañía de colectivos a larga distancia es propietaria del mismo, y llegó a ser, en 2016, el mayor acreedor de AFA. Pero hay un detalle más grande: a pesar de haber sido despojado por el Sojero de su récord de club más joven en la B Nacional, sigue ostentando el logro de ser el club con vida más corta en pisar Primera División, con tal sólo 14 años desde su fundación en el 2000. En 2003 el club tenía un notorio desempeño en futsal, donde llegó a disputar certámenes sudamericanos, y decidió, por parte de la empresa y la familia Koropeski, lanzarse definitivamente al fútbol profesional. En 2014, con una pésima campaña, a pesar de tener nombres fuertes en su plantel, así como ascendió, descendió meses después faltando tres fechas para el cierre del torneo.

El sueño fue cortado por el despertador tempranamente, y aún peor, ya que en el último campeonato de segunda descendió al Torneo Federal A, en donde al cabo de 11 fechas marcha tercero.

Entonces, ¿qué le deparará a Agropecuario? Por ahora es una empresa, que en su organigrama cuenta con la presencia de Fabian Assman, Cristian Llama y Facundo Parra, por ejemplo, que va en pie y pisa fuerte. Pero cuando una empresa deja de funcionar, como vimos en los dos ejemplos anteriores, el sustento se corta de raíz y la historia color de rosas se extingue. ¿Todos los caminos conducen a lo mismo, o esta vez el proyecto tomará fuerza?

 

Enzo Berón.