Por Quique Monleón Ciurana.


El hambre y las ganas de comer se han juntado en Butarque. La explosión de Raba ha hecho del Leganés un equipo vertical, ofensivo y tenido en cuenta como una de las plantillas más divertidas de ver en una segunda división pasional como la que estamos teniendo esta temporada.

Ha llegado el momento de Raba: de relegado con el Villarreal a renacer con los pepineros donde ya lleva 3 goles en 10 partidos pese a no ser delantero centro teniendo además la confianza de un Borja Jiménez que no entiende un fútbol sin el canterano groguet.

Su buena sintonía con los compañeros, el cañón que tiene por pierna derecha y los galones que ha ido añadiéndose en este inicio de campaña (colocándose en muchos casos el brazalete de capitán y conduciendo a su equipo al ataque en momentos de adversidad) han hecho que el futbolista enamore al barrio madrileño de Leganés donde confían en subir a primera capitaneados por el aún joven jugador (27 años) quien está siendo una de las sensaciones de la división de plata.

La carrera de Daniel Raba comenzó (profesionalmente) en el Villarreal B, donde iría curtiéndose jugando por dentro (se dio a conocer como mediapunta) dando el salto al primer equipo donde se vería opacado por el buen rendimiento de Capoue y Parejo quienes se destaparon como el medio del campo que haría campeón a un Villarreal que prescindió de los servicios del santanderino, no dándole la total continuidad (aunque sí llegó a disputar gran número de minutos en el primer equipo). Pese a ello, Raba quería ir más allá y sentirse importante. Acabaría siendo cedido a Huesca o Granada entre otros donde enseñaría que un buen fútbol residía en sus botas.

El jugador se desvincularía de su club de formación en 2022 tras la friolera de 69 partidos en 5 temporadas pero coronándose como ganador de la Europa League participando y materializando uno de los penaltis que llevaron al Villarreal a la victoria frente el Manchester United, pese a ello, Raba, acabaría saliendo por la puerta de atrás tras no haberse asentado en un Villarreal donde era prescindible la posición del 10.

A veces la vida busca darnos lecciones y que un paso atrás sirve para dar dos adelante apareciendo aquí el Leganés para un Raba que no buscaba derrochar los mejores años de carrera de un futbolista (cuando se llega al ecuador).
Para Raba, el Leganés fue llegar y besar el santo postulándose como el buen futbolista que es hoy y transformado en un jugador de banda que proyecta muchas jugadas hacia el área rival haciendo funcionar a los suyos desde el costado (pese a ser extremo, es un jugador polivalente llegando a crear juego desde todas las posiciones de ataque).

El futuro cercano de Raba está por ver, lo que está claro es que el futbolista está más que listo para el salto a primera en el caso de un no ascenso de un Leganés que a día de hoy y bajo ninguna sospecha, estará en la pomada para subir.