Quique Monleón Ciurana

El Valencia sufre, defiende pero pasa por encima de un Almería que acabó desquiciado por los errores arbitrales y los fallos ilógicos por parte de unos jugadores, que parecen ya tener asumido el descenso a la segunda división de la cual se salvaron de caer por la mínima la jornada 38 de la pretérita campaña.

El Valencia, que venia de una dura derrota en el Wanda Metropolitano, supo imponerse. Colistas y supuestos aspirantes a Europa se enfrentaban en la jornada 23 de la liga EA sports todo esto, posteriormente a un mercado de fichajes francamente heterogéneo para ambos clubes. El Valencia, tan solo habiendo incorporado un futbolista, ha sido uno de los señalados este pasado mes de enero, donde se ha deshecho de una figura clave para el once como es Gabriel Paulista paralelamente, trayendo solamente un refuerzo, Peter Federico, sin experiencia en la elite y que tiene indicios de una nueva y nefasta gestión por parte del máximo accionista del Valencia CF, que tan solo ha sacado 17 tristes millones por 9 de los 11 jugadores que conquistaron la copa del rey en 2019.

Dejando el mercado de lado, el Valencia tenía un reto en el día de hoy. Ningún partido es sencillo de ganar y menos control el colista, que, pese a tener días más malos que buenos, te puede sorprender en cualquier momento y el día de hoy en Mestalla no iba a ser menos.

Los de Garitano salieron enchufadnos al encuentro, con un Sergio Arribas quien ya en la ida le metió dos goles al Valencia y que no pasado el minuto 5, se plantaba frente a Mamardashvili a causa de un error del titular en el día de hoy, Cent, que acabaría haciendo un partido digno en lo que va a significar un reto para el futbolista turno ya que más de una vez en partidos venideros, nos lo encontraremos en el once del Pipo Baraja, quien hoy le dio la oportunidad ya que confía ciegamente en él y no le queda otra que jugar con el de la Europa oriental.

Cuando el Valencia parecía haberse establecido en el encuentro, el miedo se instauraría en el cuerpo de las 45.000 gargantas que poblaban el Camp de Mestalla: Baptistao recogería un balón en campo propio conduciendo y encontrando a un Melero que entraba como un cañón y, a causa de ir a mas de las revoluciones adecuadas a una acción donde estás solo ante el guardameta, envió el balón a las nubes en lo que era la primera aproximación de riesgo en el encuentro.

Pero como dice la vida, cuando perdonas mucho, lo normal es que te la devuelvan y eso le sucedió al Almería. Un buen centro de Diego Lopez, parecido a lo realizado por Baptistao la anterior jugada, encontraba a un Hugo Duro que certificaba la decena de goles y adelantaba a un Valencia que no tardaría más de 10 minutos en aumentar un ventaja que brindaba un suspiro a los de casa en un partido donde se había ido de menos a más.

Cuando más ocasiones y mejor futbol nos brindaban los de Mestalla, una concatenación de rebotes en un córner caía en las botas de un Edgar que fundiría el balón con la red. Cuando parecía que el gol subía al luminoso, el árbitro decretó que tocaba anteriormente a efectuar el disparo, el balón en la mano del jugador almeriense pues no subiría el tanto al marcador. Dos avisos que se llevaba el Valencia de un colista que no había ido a recibir goles ni a salir de vacío a un campo donde ya sumó la pasada campaña y contra un equipo al que le robó puntos en la primera vuelta.

El buen juego del Almería dio a entender que este partido no estaba cerrado y que el resultado era cuanto menos engañoso. La segunda parte iniciaba y la pájara con la que comenzaba el Valencia era cuanto menos curiosa. La verticalidad y el dinamismo de la primera parte pareció quedar rehusado y el objetivo no era otro que cerrar un partido y 3 puntos vitales.

Unos puntos que resultaron ser una patata caliente ya que el Almería, con una velocidad más que el Valencia, quería su trozo del pastel y, persistiendo, Arribas enchufaría un cabezazo que ni tiempo le dio para celebrarlo puesto que el plan de Garitano no era otro que ir con todo a por el partido. Y cuando la vida no puede ser más maligna contigo, un balón rebotado en la mano de Centelles, señalaba penalti a favor de un Valencia que tras el lanzamiento, pasó del cielo a la tierra en un momento ya que Maximiliano adivinó del todo las intenciones de Pepelu mantuvo las aspiraciones de los suyos intactas.

El Almeria no daba brazo a torcer y con un Ramazani imperial, se lanzó a la contra con el objetivo claro de sumar, sumar como sea para un equipo que a 3 de febrero no ha logrado meter 3 puntos al casillero. El susto de Ramazani se quedó en recuerdo y el Valencia entró en el modus de defender como sea un resultado que, por muy ridículo que pareciese, era sumar 3 puntos y despegarte casi por completo del miedo del descenso.

Los futbolistas parecieron tomar a la perfección lo de sacar todo balón peligroso que llegase al área y quitando acciones de peligro por parte de Arribas o Ramazani, lo más destacado por parte del equipo almeriense, no se padeció más por parter de los de un Baraja que acabó enfurruñado el encuentro ya que no puedes acabar padeciendo cada cual de los partidos que disputas.8 minutos de descuento después, el Valencia sumaría nuevamente 3 puntos para no despegarse de la carrera por Europa y soplarle al oido a una Real Sociedad que tiene un difícil partido en Girona, donde no tiene permitido perder mientras que el Almería, de vacío nuevamente, va quedándole más claro que será equipo de segunda división.

Ya la semana que viene, el Valencia deberá visitar un rival por Europa como es la sobreviva UD Las Palmas de García Pimienta mientras que el Almería tendrá un difícil duelo en el Power Horse ante todo un Athletic Club.