Ganó Racing 4 a 2 a Cruzeiro en el cilindro de avellaneda, en un partidazo que tuvo como figura a Lautaro Martínez.

Gran ambiente se vivió en el Estadio Presidente Juan Domingo Perón en el primer partido del grupo 5 de la Copa Libertadores de América entre Racing Club y Cruzeiro. Ferviente la hinchada albiceleste hacía mover los cimientos con el aliento incansable.

El partido comenzó bastante positivo para la academia con algunas aproximaciones que no tuvieron claridad para la finalización. Cerca de los cinco minutos, el ex jugador de la selección verdeamarela, Fred, se retiró lesionado, haciendo ingreso el ex internacional de Porto Alegre, Rafael Sobis.

Bien temprano, cuando iban 13 de la primera etapa, de un tiro libre cerca del círculo central, cayó un centro a la cabeza de Lautaro Martínez que finalizó con un cabezazo excelente. Partido uno por cero.

El equipo brasileño buscaba impaciente alguna respuesta, y la encontraría cerca del minuto 29 cuando un pelotazo de Henrique caería en la cabeza de De Arrascaeta (ante el error de Sigali y Donatti incluyendo la posición estática de Musso) y pondría parda en el marcador. Serían minutos fatídicos para el conjunto dirigido por Broggi (Coudet suspendido por la llave contra Atlético Nacional) porque el mismo jugador tiraría al palo, además de que se sucedan dos mano a mano de Rafael Sobis.

Todo esto seria sofocado en el cierre de la primera etapa cuando una jugada preparada, terminaría en el segundo gol de Martínez, dándole así una sonrisa a su equipo y a Sampaoli que miraba desde la platea preferencial.

Ya para la segunda mitad del encuentro, la llamada Bestia Negra avanzaría sobre el local buscando con urgencia el gol del empate. Pero una vez más pesó el poderío ofensivo de parte de Ricardo Centurión, que con una buena jugada desequilibrando, ganaría un córner que terminaría en un centro de Neri Cardozo y el hattrick del 10 racinguista.

Y el partido parecía totalmente definido, pero una jugada aislada, terminaría en un tiro libre cercano a la puerta del área, que Robinho impondría con Maestría el segundo gol de su conjunto.

Cruzeiro seguiría intentando, pero faltaba mucha precisión en tres cuartos de cancha, y por lo tanto la posesión de la pelota era inofensiva.

Entraría Augusto Solari y cuando el partido se ponía tirando más para el lado de los brasileños, una contra letal y una asistencia genial de Ricky para el recién ingresado, terminaría con la sentencia 4-2 para el encuentro.

Final en el cilindro con varios aspectos positivos que ya son conocidos, la capacidad goleadora de Lautaro Martínez, y el gran poder de desequilibrio que tiene Centurión a la hora de destrabar jugadas complicadas.

Un partido brillante que se cerraría con la declaración del 10 en zona mixta diciendo “Me sentí molesto porque perdí dos pelotas importantes, por eso no fue un buen partido».

 

POR LEANDRO QUIROGA.