Cuando en 2014 el FC Barcelona fichó a un jugador croata de 17 años, zurdo y con una melena similar a la de los primeros años de Messi, parecía que se aseguraba el futuro de la próxima promesa mundial. Pero solo quedó en eso, en una promesa, el joven era Alen Halilovic.

La carrera del «Messi balcánico» nació en el Dinamo Zagreb, desde sus comienzos ya tenía sobre sus hombros el peso de su apodo y la constante comparación con el ídolo local Luka Modric. Cuando arribó al equipo blaugrana, todo parecía indicar que no pasaría mucho tiempo para poder ver a la joven promesa tirar paredes y marcar goles con los mejores jugadores del momento.

En plena pandemia, Halilovic aterrizó en el futbol inglés, pero no en la Premier, vistió los colores del Birmingham City y del Reading participando tan solo en 29 partidos entre los dos equipos. La esperanza de un resurgimiento de calidad de Alen Halilovic aún está intacta, tiene 26 años y a comienzos de julio llegó al HNK Rijeka de su Croacia natal para obtener la tan ansiada continuidad, busca la plataforma de despegue hacia el primer nivel como sucedió en 2014