El Gallo le dio cierre a un año histórico para el club con victoria de local por 1-0 frente a Guillermo Brown de Puerto Madryn. Después del triunfo Walter Otta confirmo su continuidad al frente del equipo.

Se terminó un 2017 inolvidable para todos los hinchas de Morón. El ascenso a la segunda categoría del fútbol argentino y la semifinal de Copa Argentina alcanzada hicieron que la temporada sea histórica para la institución. Sin embargo el andar del club en el torneo no había sido el mejor y el último partido antes del receso de verano, en casa, era la oportunidad perfecta para irse de vacaciones con una sonrisa. En un partido muy difícil, Giménez le dio la victoria con un cabezazo a los dirigidos por Otta que superaron con justicia a Guillermo Brown.

En los primeros minutos el partido era trabado, la pelota pasaba mucho tiempo en el aire y no había dominio del juego de ningún bando. Sin embargo Morón comenzó a generar más peligro y merecía aventajarse en el marcador. Un centro de Poletto que no lograba conectar Guzmán, Toledo con un cabezazo que no entraba, los desbordes de Díaz que hacía mucho daño en el costado izquierdo y un potente remate de Perales que pegó en el palo derecho. Las oportunidades sobraban pero el gol se hizo esperar hasta el final de la primera mitad.

En un tiro de esquina llegó la primera y única alegría de la tarde. El disparo de Díaz parecía no tener peligro y Bilbao saltó con las manos en alto para quedarse con el balón. Pero un grosero error del arquero de Guillermo Brown, le dejó la pelota en la cabeza  Emmanuel Giménez quién puso el 1-0 a los 43 minutos. A pesar de que la diferencia, por merecimiento debía ser mayor, la victoria parcial hacía justicia para los dirigidos por Otta.

El panorama no era el mismo en el segundo tiempo. El arco de Morón pasaba peligro y los intentos de igualar las acciones de los dirigidos por Pencaldo hacían que se metieran por momentos en el área rival a pesar de no dominar el encuentro. A Brown le costaba llegar tocando por lo que basaba su juego en acciones individuales de Mateo Acosta que recibía pelotas largas e intentó, sin éxito, convertir en reiteradas oportunidades. Con el correr de los minutos la desesperación de la visita hizo que el Gallo aprovechara espacios para contraatacar en busca de liquidar el partido.

Aunque la diferencia no dejaba tranquilo al local, la seguridad nunca desapareció y sin demasiado inconvenientes mantuvo la ventaja hasta el final. Un remate de Martínez que pasó cerca del travesaño en el final, fue el último intento fallido del equipo del sur que se fue con las manos vacías.

Tras el pitido final, las palmas y las gargantas sonaron en el estadio en muestra de reconocimiento al equipo, que llegó a las 15 unidades y se ilusiona con mantener la categoría. La continuidad en el cargo del técnico Otta es otra motivo para celebrar entre los hinchas de Morón que tendrán unas felices vacaciones.

 

Lucas Arenas