El Globo es uno de los clubes que ya está mostrando las consecuencias de la crisis, que seguramente tengan que atravesar otros también.

 

El conjunto de Parque Patricios, antes de que se suspenda el fútbol por el coronavirus, estaba paseando en una delicada situación. Primeramente, en lo futbolístico, con un técnico nuevo como es Israel Damonte, que le costó mucho encontrar ritmo, y revertir los resultados negativos del equipo. Y también el aspecto económico, con un conflicto salarial que es mucho más explícito en esta complicada actualidad.

A días de cruzar a junio, mes en el cual se terminan varios contratos, los números en rojo son en cierto modo, beneficiarios para la dirigencia. Serán usados para limpiar jugadores que, hoy en día, no son de la consideración del DT. Como es el caso de Carlos Araujo, Mauro Bogado, por nombrar algunos pesos pesados, y otros que han tenido poca actividad como Adrián Calello, Juan Vieyra, o Juan Ignacio Sills (se encuentra a préstamo, pero no seguirá) y Joaquín Arzura. Haciendo un resumen, a estos nombrados, se suman Gonzalo Bettini, Diego Mendoza, Anthony Silva, Droopy Gómez y Nicolás Romat. En total, 11 jugadores, una alineación entera.

Ahora bien, estos contratos no se renuevan ¿Porque sí? En parte, porque la situación económica precedente, se agrava mucho más en estos tiempos. Con la pérdida de ingresos del Estadio, de televisación, entre otros, hay un pozo difícil de llenar. Por eso mismo, la decisión de no contar con esos 11 jugadores no excede esta cuestión.

En el momento que se reinicien las actividades, el Globo tendrá un plantel prácticamente nuevo. Estos números en rojo de los que hablamos se verán explayados. Es irreal creer que se pueda tener una incorporación de renombre, a menos que sea con el pase libre en su poder, o a préstamo sin opciones ni cargo. Lo que nos lleva a pensar que las divisiones inferiores van a ser vitales en este trayecto. Muy probablemente muchos pibes sean promovidos para ocupar esos espacios vacíos de un equipo, que ya de por sí estaba incompleto en líneas generales.

En este contexto se comprende en cierto modo la decisión respecto a los descensos. Si estuviesen presentes para la temporada que se iniciará, sería más dramática la realidad quemera. Sus últimas campañas no fueron de lo mejor, y eso se ve en los promedios.

Hoy en día, con una incertidumbre sobre el regreso del fútbol en Argentina, ya tenemos una visión clara de las situaciones que muchos clubes van a atravesar. Huracán nos muestra como la crisis hace merma en el plantel, como exige que se tengan que limpiar contratos altos, o ya no disponer de otros jugadores para mantener los costos que sobrellevan un club de primera. Restará ver cómo se desarrollan estos hechos, por el momento, el Globo, piensa con la calculadora del presupuesto en mano.

 

Por Leandro Quiroga