El francés cree que se ha ganado una mejora de salario por su rendimiento, pero en el club consideran que aún es pronto para tocar el contrato de un jugador con vínculo hasta junio de 2025.

A este evidente desencuentro hay que sumar el hecho de que el futbolista observa con preocupación su futuro deportivo. Aunque este último curso ha resultado intocable para Carlo Ancelotti, el galo teme que el desembarco de Antonio Rüdiger y el posible desplazamiento de David Alaba al costado zurdo reduzca su protagonismo.

Sobre este doble escenario se asienta una información que hoy podemos leer en El Español. Según este digital, si el jugador y su entorno siguen metiendo presión, la entidad no tendrá problemas en estudiar su salida este mismo verano. «Esta situación ha incomodado a la entidad, cuestión por la que no se cerrarían en banda a una venta si llegara una oferta atractiva», asegura.