La paradoja en las decisiones de incorporar del FC Barcelona son contradictorias. Para renovarle al máximo ídolo del club argumentaron problemas económicos, mientras que para sumar caras nuevas la plata estuvo. Es más, Frenkie De Jong empieza a contar sus horas en la institución por el mismo motivo: no hay dinero para afrontar su renovación de vinculo.

En el medio, el club casi pierde la inversión millonaria de Ousmane Dembelé por falta de acuerdo en la renovación. Fue en el final de una difícil negociación el acuerdo para extender el contrato y salvar los 140 millones que el Barcelona le pagó a Borussia Dortmund.

Los balances de estos dos últimos mercados del Fútbol Club Barcelona dieron en rojo. Ingresaron en las cuentas 95 millones y se gastaron 173 , un fiel reflejo de los pésimos negocios económicos, el principal, la salida libre de Lionel Messi. De no creer.