Mateo Pintado

Quizá solo los culés o los mayores nostálgicos del fútbol, como yo, recordamos con añoranza aquella época en la que el mejor Barça de la historia, bailaba al son de Human, la gran canción del conocido grupo, The Killers.

El director de una de las mayores obras futbolísticas, Pep Guardiola, escogió esta leyenda musical para acompañar al video previo a un encuentro clave en la conquista de aquella famosa liga de los noventa y nueve puntos, con el fin de motivar a la plantilla de cara a aquella gran cita. Tras esto, todas las grandes victorias de aquel Fútbol Club Barcelona fueron festejadas con aquella gran canción de fondo.

El inicio de esta bella composición hace un llamamiento a no bajar los brazos cuando uno se encuentra con el viento en contra. “Me esforcé para darme cuenta hasta que la llamada se cortó. Hasta la tribuna de la rendición fui persuadido, pero aguanté”. ¿No les resulta conocido? ¿No les recuerda a la era de Xavi al frente del Barcelona?

Un grupo de profesionales que supieron resistir durante varios años a grandes desilusiones, fracasos, y a un entorno al que es muy complejo aguantar. Todo esto bajo la convicción de «estar en el camino».

«Hasta la tribuna de la rendición fui persuadido, pero aguanté”

Los primeros meses de Xavi al frente del conjunto catalán fueron peores a la intuición más negativa que podía tener alguien en el momento en el que volvió al club de su vida. El técnico cogió al equipo blaugrana en una mala situación, pero esta se volvió a peor. No solo quedaron eliminados de la Liga de Campeones y luego humillados en su propia casa por el Eintracht de Frankfurt en la Europa League, sino que perdieron el campeonato liguero quedando a trece puntos del eterno rival, el Real Madrid, quienes ese mismo año levantaron una de sus mejores Champions Leagues. Aun así, Xavi continuaba centrado en que el club «estaba en el camino» y que tarde o temprano las sonrisas acabarían volviendo a las calles de la ciudad condal.

«Y a veces me pongo nervioso, cuando veo una puerta abierta. Cierra tus ojos, libera tu corazón, corta el hilo.»

Ya la temporada pasada, algo mejoró, pero las dudas sobre las capacidades del técnico al frente del Fútbol Club Barcelona, persistían. A pesar de levantar el Campeonato de Liga tras cuatro años de sequía, la actuación del equipo en Europa volvió a ser decepcionante. De nuevo, los blaugranas cayeron eliminados en la fase de grupos de la Champions League, y poco después fueron humillados en la categoría de plata europea, aunque esta vez ante un rival de un nivel más cercano al suyo, como lo es el Manchester United, otro grande, que aún continúa dormido.

«Y tanto tiempo de devoción, me ha enseñado todo lo que sé. Dí adiós. Deséame suerte. Y déjame marcharme.»

Tras todo aquello, la afición culé pensó que este era el año grande, el año de poder volver a pelear por algo más. Y el inicio de la temporada les hizo olvidarse de una Copa del Rey en la que cayeron eliminados por el Athletic Club, y de una La Liga se quedó tan lejos, que hubo un momento en el que Xavi fue el único que creía que se podía remontar. Tan mala era la situación, que tras una dolorosa derrota en liga ante el Villarreal, Xavi, el director de una orquesta que se acercaba más a la del Titanic, que a una de las grandes sinfonías de Beethoven, dijo que se bajaba del barco, pero no en ese instante, sino el 30 de junio, cuando la temporada regular finalizase.

A partir de ahí, el conjunto blaugrana no ha perdido ni un solo encuentro, y además, se encuentra en cuartos de final de la UEFA Champions League tras cuatro años en los que el equipo culé no pasó de los octavos de final. Ayer, Xavi vivió una de las noches que recordará toda su vida, que se culminó con una fabulosa victoria en el Parque de los Príncipes que le dio una cierta ventaja ante el PSG al que se enfrenta con el fin de llegar a unas semifinales en las que los culés llevan sin verse desde hace nueve temporadas, cuando ganaron su quinta, y por ahora última, Champions League.

Aún puede pasar cualquier cosa, pero lo que está claro es que si todo sigue así, puede ser que Human vuelva a sonar en las gradas de Montjuic, lugar que ha adoptado al conjunto catalán durante esta época de reformas en su lugar de vivienda habitual, el famoso Camp Nou.