Kimmich había declarado que no se quería vacunar ya que «faltaban estudios a largo plazo» sobre las diferentes vacunas pero esto solo le trajo una catarata de críticas de todas los ámbitos en Alemania, en especial desde la ciencia y la salud.

La presidenta del Comité de Ética alemán, Alena Buyx, declaró que el jugador se había dejado llevar por la desinformación: «Ahora se trata de explicarle a todo el mundo que esos efectos a largo plazo no existen» y aseguró que ahora lo importante era «Explicarle a todo el mundo que esos efectos a largo plazo no existen y evitar que la gente piense como Kimmich y tengan dudas ellos también».

Las críticas no son lo único que recibirá Kimmich. De ser un ejemplo por desprenderse de su agente para renovar contra a esto. El Bayern le bajará el sueldo pero no es culpa del club, sino de una nueva normativa que entró en funciones el pasado 1º de noviembre. La misma detalla que un empresario no está obligado a pagar la nómina a todo trabajador que haya tenido que ingresar en cuarentena y no esté vacunado por decisión propia.

Queda por ver si el Bayern Múnich aplicará esta normativa, pero hay algo más, ya que Kimmich no es el único no vacunado por propia decisión. Sus compañeros Serge Gnabry y Jamal Musiala también quieren esperar un poco más para darse el pinchazo y no podrán estar disponibles por la cuarentena.

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