Artículo de Quique Monleón Ciurana

El futbolista de Dénia ha disputado las seis jornadas al completo haciéndose con la mayor de las confianzas de un técnico vallisoletano que no imagina un Valencia sin el valenciano.

José Luis García Vayá, futbolísticamente Pepelu, es un centrocampista de carácter defensivo que ha caído de pie en la zona blanca y negra de la ciudad de Valencia. Tras su formación en el Levante (el otro equipo de la ciudad), el equipo más laureado de la ciudad, el Valencia CF decidió a principios de mercado hacerse con un futbolista que había disputado 36 partidos la pasada temporada en Segunda División, una apuesta no del todo arriesgada puesto que el jugador de la Marina Alta ya había dado pasitos por primera de forma pretérita al descenso granota hace ya dos temporadas.

Cerrar el fichaje del dianense fue complicado por distintivos casos: la mala relación entre clubes (entiéndase que ambos comparten ciudad habiendo cierta enemistad, el poco hambre de fichajes que tiene el Valencia de Meriton y todo el murmullo creado dentro de las oficinas levantinistas hicieron del fichaje una operación que con Dios y ayuda costó cerrarse).

Pese a la tardanza, el Valencia fichaba una posición que llevaba casi una década sin estar cubierta (siendo Javi Fuego el último de calidad que la cubrió) pues cerrando a Pepelu, el equipo del Turia cerraba visión de juego, velocidad y seguridad pese a la juventud del alicantino.

Llegaría el estreno liguero siendo Pepelu uno de los protagonistas al que echar un ojo durante los primeros encuentros y para sorpresa de nadie, su versatilidad, apaciguamiento con balón y forma de sacar al equipo salieron a la luz ayudando al Valencia a desatascar y sumar en partidos de complicación elevada (entre ellos contra el Sevilla o el Atlético de Madrid donde el futbolista fabricó el segundo de los goles locales).

En este último partido contra el Almería, se ha podido ver que Pepelu no tiene fronteras y no cierra puertas a distintos módulos de juego. Puesto que a Hugo Guillamon la ha dado por resurgir, Rubén Baraja decidió probar la línea con doble pivote (siendo esta más defensiva que cuando se juega con Javi Guerra) siendo aquí donde se destapó a un Pepelu orientativo y líder para un “prematuro” Guillamon al que le falta rodaje esta temporada en la élite.

A día de hoy, lo que se sabe es que el jugador tiene contrato hasta 2028 estando blindado con una cláusula de 100M. No se sabe cuánto tiempo se quedará en Valencia pero lo que sí sabe Baraja es que ha encontrado un predecesor a su inseparable David Albelda (futbolista con el cual el entrenador del Valencia compartió sus mejores años como jugador). Con Pepelu, Baraja se va a la guerra.