A 30 años del Mundial de Italia en 1990, el ex defensor Roberto Sensini rememoró lo que fue su primer presentación con la camiseta albiceleste y la final ante Alemania, campeón gracias a un polémico penal.

El Mundial de 1990, que tuvo como sede a Italia, será uno de los más recordados por todos los argentinos. La Selección Argentina, conducida por Carlos Bilardo, había logrado el mayor logro en el fútbol: quedarse con la gloria en el mundial de México en 1986 y así conseguir un pase directo a Italia.

Cuatro años más tarde se disputó nuevamente la lucha por esta copa y Argentina tenía que defender el título que con tanto esfuerzo había logrado. Pero un error arbitral dejó a todo el pueblo albiceleste con la amargura de estar tan cerca de coronarse, llegando hasta la última instancia ante Alemania, pero perdiendo por un penal que no fue.

Y, sin dudas, el hombre que más recordamos cuando hablamos de dicha final es Roberto Sensini, que se destaca como defensor y estaba disputando su primer mundial. 

Probablemente uno que nunca olvidará porque en los últimos minutos Alemania se puso en ventaja con un penal mal cobrado de Sensini sobre Völler, lo que le dio el título al rival.

El defensor recordó todo lo que fue dicha competencia, desde la llegada del plantel a Europa, hasta la vuelta a Argentina. “A Italia el equipo viajó confiado. Para muchos era nuestro primer mundial y nos apoyamos en jugadores que venían de ser campeones” confesó.

Pero el camino no empezó fácil para ellos, porque no pudieron ganar el primer partido de la fase de grupos. Así lo contó el defensor: “Lo más duro fue perder con Camerún​, el último campeón del mundo perdiendo de entrada generaba mucho nerviosismo y momentos muy duros. Uno nunca está preparado para perder el primer partido, porque es fundamental en un mundial”.

Luego, el jugador nacido en Arroyo Seco explicó que el equipo trató de no perder la confianza aferrándose a lo que se venía y agregó que fueron con mucha sed de revancha porque sabían que “ese partido era adentro o afuera”. Para concluir, contó que haber ganado ese segundo partido ayudó a que se calme el ambiente negativo que había provocado la primera derrota.

Durante el tercer partido de la fase de grupos, Diego Maradona sufrió una lesión en su tobillo izquierdo que lo obligó a infiltrarse antes de cada encuentro. Por esto, el deportista elogió al Diez: “No había manera de sacarlo de la cancha, hoy ese hecho se recuerda como algo heroico, pero Diego siempre dio todo dentro y fuera del campo de juego”.

En octavos de final llegó el primer reto: tenían que enfrentar a Brasil, uno de los seleccionados favoritos. Y el equipo de Bilardo pudo asegurarse un lugar en los cuartos con gol de Claudio Caniggia, lo que se recuerda como uno de los goles más gritados por todos los argentinos. Según Sensini, fue un partido que “tuvo un gusto muy especial” porque fue la primera alegría para el equipo y que “generó mucha más confianza” para afrontar lo que venía.

El último campeón del mundo pudo llegar a semifinales venciendo en penales a Yugoslavia, y debía enfrentarse al anfitrión y candidato a ganar la copa. Y así lo expresó el futbolista: “Fue un partido muy difícil en el que no se generó un clima favorable para los italianos por todo lo que representaba Maradona para el Napoli. Pero al final Goycochea nos dio una gran mano en los penales y pudimos pasar a la final”. Sin embargo, lamentó que “el equipo no llegó de la mejor manera” a dicha final, por diferentes lesiones y suspensiones.

“El error arbitral nos perjudicó y nos llevó a perder un mundial en el que Argentina demostró que podía ser un digno campeón”, dijo en referencia al penal mal cobrado, y luego agregó: “Me quedé con mucha impotencia, porque uno se siente robado. Fueron muchas sensaciones en pocos minutos”.

Más allá de que pasaron muchos años, el jugador aún recuerda ese partido con mucha tristeza y explica que es un sentimiento muy difícil de borrar porque hay pocos campeones argentinos y por la falla de Edgardo Codesal el equipo se quedó sin un sueño muy grande que para muchos “no va a volver a repetirse”.

“No había consuelo, fue muy duro, una derrota que marca y te quita una ilusión porque uno viene trabajando durante cuatro años y eso se cae en pocos segundos”, manifestó. También confesó que Bilardo se mostró muy conforme y orgulloso del equipo más allá de no haber logrado el título.

Cuando llegó la hora de volver a Argentina el equipo contó con el apoyo de muchos aficionados que se hicieron presentes en Ezeiza, el Obelisco y la Casa Rosada. Demostrando así un reconocimiento que fue muy importante para el plantel.

Por otra parte, el futbolista comparó la final de 1990 con la de 2014, ambas ante Alemania, y manifestó que la única diferencia es que antes “tenía mayor trascendencia haber llegado a una final que haberla perdido” y que en 2014 las personas creyeron que fue un fracaso haber llegado a la final y no ganar porque “si ganas pasas a la historia y si perdés sos alguien que tuviste un lugar importante pero no pudiste conseguirlo”.

Entre elogios a Lionel Messi, dijo: “El argentino piensa que teniendo al mejor del mundo hay que ser campeones, pero muchas veces no es así. El mundial del 2014 no fue un fracaso, sino un punto de arranque”. Y cerró criticando que en Argentina se tira abajo un trabajo de cuatro años con mucha facilidad.

 

De esta manera, el ex defensor Roberto Sensini revivió muchísimas emociones recordando el mundial de 1990 en Italia, en el que el seleccionado albiceleste llegó tan lejos y le faltó tan poco para lograr el máximo triunfo futbolístico para un país, equipo y también para un jugador: ganar la Copa del Mundo.