Brown de Adrogué venció por tres a cero a All Boys en condición de visitante por la segunda fecha de la Primera Nacional.

Cuesta muchas veces adaptarse a una categoría. Por ascenso, o descenso, siempre se terminan yendo varios jugadores clave. En ese desmembramiento de plantel, también se pierde la esencia del equipo. Algo similar le ocurrió a All Boys. El equipo que ascendió de la B Metro a la Primera Nacional no conservó muchos jugadores del plantel que ascendió. Varios se fueron por edad, otros, por rendimiento, volvieron a sus equipos de préstamo.
Y le cuesta asentarse por el momento.

Del otro lado, uno que de a poco se fue afianzando en la categoría, Brown de Adrogué, llegaba con condiciones a Floresta. Y con eso, empezó a presionar, y a buscar jugar todo lo posible en campo contrario. Con mucho fútbol desde adentro, el objetivo principal era nutrir de buenas pelotas al nueve, Matías Linas. Casualmente, en el intento de habilitarlo, quedó mano a mano con Pucheta, que salió desesperado, se lo llevó por delante y el árbitro pitó la pena máxima. Penal y nieto tuvo la posibilidad de poner la ventaja en los primeros minutos de encuentro. Con un disparo flojito al costado derecho, hizo lucir a Pucheta con una volada festejada por toda la popular del Albo.

A partir de ese momento, dos escenarios podían haberse realizado. Uno, que los de Floresta reaccionen con furia para buscar su gol, o que pase lo inverso con el Tricolor. Pasó todo lo contrario. El partido se planchó demasiado. Sin que ninguno dominase, nadie tenía la pelota. Pero los que más intentaban manejarla, eran los dirigidos por Pablo Vicó. Su rival, a esperar contras y buscar algún que otro córner.

Claramente, un planteo así de flojo, que propuso solamente saltear líneas, y no se propuso nunca jugar, no iba a resistir mucho. El castillo de naipes de Solchaga se terminó de caer en la segunda etapa.
En un Tiro libre, Tomás Molina ganó perfecto de cabeza y, con suspenso, dibujó una diferencia en el marcador. Que era mínima, eso sí. Pero el fútbol no se juega con méritos, hay que hacer goles. Y los de Adrogué, lo entendieron más que bien.

El gol, desnudó completamente la fragilidad de All Boys en su planteo. Con una reacción débil, Jara fue el más revulsivo que buscó algún desborde, pero no tuvo socios. No logró conectar en ningún momento.
Entonces la balanza comenzó a inclinarse para un sector. Luego de una rápida contra, una falta contra el ingresado Cadenazzi le dejó un Tiro libre hermoso a un zurdo. Ese, era Nieto. Minutos antes tuvo una chance igual. Todo el mundo vio gol, pero se fue apenas afuera. Y la vencida, fue la segunda (la tercera si contamos el penal). Un golazo espectacular enterró las esperanzas del conjunto local.

Con un descontento general, un equipo desordenado en el campo de juego, las cosas estaban para peor. Y así fue. La figura del partido, el número diez Nieto, sentenció el encuentro en una contra muy bien manejada.
Tres a cero para sumar su primera victoria en el torneo para el tricolor. En un partido malo en lo general, el equipo de Vico supo como definirlo cuando debía. De esta manera llega a las cuatro unidades en esta Primera Nacional.

Por el lado del Albo, la sensaciones no son buenas. Un rendimiento malo, una reacción peor, un planteo malo para ser un encuentro de local. Muchas cosas para corregir. Para colmo, la próxima fecha deberá visitar a uno de los clubes que más «miedo» imponen en esta categoría, el Tigre de Pipo Gorosito. Si, miedo entre comillas, porque en la Primera Nacional ninguno es un rival débil.

Por Leandro Quiroga