Quique Monleón Ciurana

Xavi se olvida por enésima vez de Marc Casadó, centrocampista catalán de 20 años, que ya suma una treintena de convocatorias con el primer equipo y tan solo 22 minutos en Champions League además del amistoso en Estados Unidos.

El jugador, disconforme, vería con buenos ojos el unirse a un club donde se le garantice ser protagonista y aquí podría entrar el Valencia de Rubén Baraja que, a 19 puntos del descenso y 2 de Europa, está siendo uno de los equipos más divertidos de ver a causa de contar con la plantilla más joven de la liga siendo una oportunidad para Casadó quien no vería con malos ojos el recalar en un club que apuesta tanto por la calaña juvenil.

A Marc Casadó se le acaban las oportunidades y Xavi sigue prescindiendo de él. Con la convocatoria del pasado sábado ante el Deportivo Alavés, el centrocampista defensivo parece haberse cansado del conjunto culé: no ha debutado aún y su paciencia parece rozar el acabamiento, haciendo que el futbolista se plantee su situación y mire más allá de Barcelona a fin de sumar minutos en una primera división donde futbolistas menores a él, ya están despuntando (Casadó lo sabe de sobra porque está viendo como compañeros suyos del filial están destacando mientras reside en la sombra del banquillo de Montjuïc). Lo sucedido en Vitoria no fue más que la puntilla para un futbolista que no tiene cabida en la disciplina del primer equipo. Con un Frenkie de Jong inamovible y que Xavi antes prefiere poner a Andreas Christensen como pivote debido a la sobrepoblación de centrales en la plantilla, el técnico de Terrassa prescinde del futbolista de Villamayor que suspira porque llegue junio y pueda colocarse en el mercado a la espera de que un club le brinde esas oportunidades que a otros Xavi sí les ha dado. 

No todos los canteranos corren con la misma suerte cuando llegan al primer equipo. Este año, en Can Barça, hemos visto el boom de Pau Cubarsí o el establecimiento de Lamine Yamal en la titularidad del club catalán. Como bien hay unos que gozan de protagonismo y respaldo de su técnico, hay otros que quedan a la sombra sin poder demostrar que están capacitados para desenvolverse al máximo nivel con el club donde se han curtido. Uno de estos casos es Marc Casadó, inquebrantable para Rafa Márquez en el pivote del Barça Atlètic, donde es capitán y uno de los órganos fundamentales de la buena y estable temporada tenida por la cantera blaugrana en lo que antes seria segunda división b. Paralelamente al buen juego con el segundo equipo culé, Casadó no convence a Xavi y ha visto remotas opciones en el pivote antes que darle la oportunidad a un joven que se le está poniendo cara de Nico González.

Un futbolista con amor incondicional al Barça que perdió buenos años de carrera por el simple hecho de sentir la camiseta y que a día de hoy, vaga sin rumbo en un Porto donde tampoco ha encontrado su mejor versión.Pese a no ser un jugador de longeva carrera, tanto club como jugador verían con buenos ojos la operación: uno ganaría minutos mientras que el otro suma un jugador con buena visión de juego, rotura de líneas, zancada y facilidad defensiva. 

Casadó cumple los cánones que a día de hoy en Valencia reinan y saldría ganando si acaba recalando en Valencia estando en las manos de Baraja, entrenador ya experto en sacar todo el jugo a la gente joven y a rescatarlos del bucle de negatividad como se ha visto esta temporada con el mismo Guillamón, Fran Pérez o el que está en camino de encontrar confianza mediante minutos: Cenk Özkacar.La salida del jugador de Can Barça debería ser más que inminente una vez el mercado de verano dé su pistoletazo de salida. Un jugador de 20 años, llegando ya a la madurez balompédica queriendo llegar a tener un nombre en esto del fútbol, no puede haber sumado tan solo 22 minutos con el primer equipo y viendo como su entrenador confía en otros nombres en su posición y da minutos a jugadores jóvenes.

El de Villamayor y capitán del filial blaugrana no debería dudarlo: buscar en el mercado un club que cumpla sus prototipos y le garantice ser incondicional, coger rodaje y ser importante apareciendo aquí en escena un Valencia más que dispuesto a adquirir un jugador joven y de garantías, sumando uno más y dando a entender que en Valencia se va a vivir de esto: formar jóvenes y triunfar con ellos. El que quiere triunfar y Valencia es el lugar es Casadó que, como los Estanis Pedrola, Abel Ruiz o Xavi SImons, es un jugador sin hueco en el club de sus amores y debe escapar a fin de triunfar.