David Quiñones

El delantero se ha hecho rápidamente con un puesto en el primer equipo y ya es el tercer máximo goleador del plantel.

No está siendo un año fácil para el Sevilla. El conjunto de Nervión sigue sin levantar cabeza tras media campaña y aún sigue coqueteando con el descenso, estando a 3 puntos tan solo de él.

En temporadas así, es difícil sacar buenas conclusiones. Sin embargo, en el cuadro de la capital andaluza podemos encontrar un pequeño rayo de luz entre tanta oscuridad, y ese es Isaac Romero.

Canterano del cuadro hispalense, Isaac debutó con el primer equipo en pretemporada, incluso anotando algún que otro gol. Sin embargo, su debut en partido oficial se demoró hasta el pasado 12 de enero ante el Deportivo Alavés, cuando los sevillanos cayeron por 2-3 en casa.

Lo curioso de su debut es que se ha producido con 23 años, pues no tiene opción de alternar primer equipo con el filial debido a su condición de ya no ser jugador sub-23 y para ello lo han tenido que ascender al equipo principal. Y si bien es cierto que la Segunda RFEF se le quedaba pequeña como ya nos ha demostrado en el primer tramo de esta campaña con sus 11 goles y 3 asistencias en 15 partidos, aún quedaban dudas de si estaría a la altura de ser un delantero digno para la primera división del fútbol español puesto que el salto de una categoría a otra es grande.

No obstante, el artillero de Lebrija ha irrumpido en la élite de manera estelar, anotando 4 tantos y repartiendo una asistencia en 6 partidos.El atacante de Lebrija nos ha dejado claro que es un jugador con mucha facilidad para el gol. Pero no es esa su única cualidad.

No hablamos de un simple delantero rematador, nos referimos a un jugador muy completo, tanto física como técnicamente. Es capaz de atacar espacios y de aguantar el balón de espaldas, de tirar desmarques y generar espacios para sus compañeros, además de ganar duelos por alto y ser un futbolista difícil de embestir gracias a un tren inferior muy bien trabajado.

Es un hecho que se ha ganado a pulso un hueco en el 11 titular del conjunto de la capital andaluza y, obviamente, el cariño de la afición. Solo queda ver si realmente nos encontramos ante un hombre en estado de gracia o si por el contrario, Romero ha llegado para quedarse en la élite y consolidarse como un gran jugador.