Ezequiel Barco está cerca de convertirse en el fichaje estrella de River Plate para la próxima temporada, en uno de los movimientos más importantes y sorprendentes del mercado argentino debido a que nadie se esperaba que el talentoso atacante regresara al balompié argentino en este momento.

No hay dudas de que es uno de los futbolistas más interesantes de los últimos años que salieron del balompié argentino, pero Atlanta United tomó la decisión de dejarlo salir debido a que necesita salir de él para oficializar la contratación de Thiago Almada, quien se incorpora al club desde Vélez Sarfield. Una oportunidad de oro tanto para el jugador como para el conjunto millonario.

Pero lo más sorprendente de todo es que Independiente de Avellaneda, club que lo formó y después lo vendió por 15 millones de dólares a la MLS, no intentara su regreso para dar un salto de calidad a nivel de proyecto y poder tener un equipo más capacitado para cumplir sus objetivos. Y es que los motivos son muy claros.

Según informó Nicolás Brusco en ESPN, Barco no tiene buena relación con la actual dirigencia del club debido a que, en el momento de su venta, el Rojo tomó la decisión de venderlo más caro debido a su gran actuación en la final de la Copa Sudamericana 2017 contra Flamengo, lo que generó muchos problemas hasta el punto de que el propio jugador, que ya tenía finiquitada su salida, dejara de entrenar por un tiempo.