La impotencia del Sao Paulo se pudo ver, por ejemplo, en la expulsión de Jonathan Calleri, delantero argentino, que dijo adiós al partido cuando apenas se jugaban 10 minutos. Calleri quiso «vengar» a un compañero que había sido bajado segundos atrás por David Luiz y fue directamente a quebrar al es defensor del Chelsea y Arsenal.

Pese a lo salvaje de la jugada, el árbitro tuvo que rever todo en el VAR para darse cuenta que era jugada de expulsión. De modo que luego de verificar todo, le quitó la tarjeta amarilla y le mostró la roja al argentino.