¿Quién podría juzgarlo entonces, para 2013, cuando sólo tenía 17 años y escribía esas cosas sobre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo? Nadie puede culparlo. Después de todo, para ese momento, febrero de 2013 la rivalidad entre las dos leyendas del fútbol mundial estaba quizá en su máximo histórico, con el Real Madrid y el Barcelona disputando clásicos inolvidables.