La Selección de Portugal aplastó a Luxemburgo y Cristiano Ronaldo fue uno de los grandes protagonistas de la noche al marcar un doblete de penal. Sin embargo, la imagen que da la vuelta al mundo es la indignación de Cristiano con el arquero de Luxemburgo, Moris.

Es que al minuto 67, tras un centro desde la derecha, Cristiano Ronaldo dominó dentro del área y sacó una chilena impresionante, que era un golazo extraordinario. Moris voló y le sacó el gol a Cristiano, que quedó sentado en el suelo, con la cara llena de bronca.

Al levantarse, Cristiano volvió a mirar mal a Moris porque no podía creer el golazo que le sacó. Ronaldo sorprendió a todos con su reacción pero la realidad es que el gen competitivo lo hace así. Moris se llevó la atajada de su vida y Cristiano se quedó con ganas de celebrar uno de los mejores goles de su carrera.