Evidentemente el empate en cero de su equipo, el Manchester City, frente al modesto y combativo Crystal Palace, molestó mucho a Pep Guardiola. El entrenador empieza a sentir cierta impotencia y frustración porque el equipo se está quedando en este tramo decisivo de la temporada y a su vez el Liverpool se acerca lentamente.

Parte de esa frustración se le vio a Guardiola cuando terminó el partido y intercambió palabras con Vicente Guaita, portero español del Palace. Algo de lo que le dijo su compatriota no le gustó y Guardiola mostró su descontento.